domingo, 18 de enero de 2009

Quantum of Solace

En mi experiencia, las películas de James Bond siempre se habían podido ver como obras independientes, como historias con un principio y un final. Pues bien, parece ser que ya no es así. Quantum of Solace es algo así como la segunda parte del Señor de los Anillos, y yo, ignorante de mí y bastante desmemoriado ya no recordaba casi nada de la primera. Así, sin antecedentes, ya empezamos mal, estas cosas se avisan, ¡por favor!

Gracias a las aclaraciones entrecortadas y en susurros de Inma he podido ir reconstruyendo algo de esa historia previa. ¿Quién demonios es Vesper? ¿Qué relación tienen 007 y ese agente retirado italiano, primero antagónica y luego de amigos del alma? ¿Quién es el tipo de la última escena? Dicho esto, creo que queda claro que mi opinión sobre la película no es excesivamente positiva. Más bien, he salido del cine sintiéndome un poco estafado.

Entiendo que alguien puede acusarme de falta de interés o recomendarme un tratamiento de mejora de la memoria, así que voy a dejar este tema y tratar de ir más allá. ¿Es la película entretenida? Sí claro. Es lo mínimo que se le puede exigir a la saga. Peleas, persecuciones y explosiones sin reparar en gastos suelen mantenernos a los espectadores distraídos, sin duda una de las funciones básicas del cine. Aún así, la trama no tiene “mucho nada” y para mí falta el componente erótico/sensual de otras peliculas de la serie.

En Casino Royale, Daniel Craig irrumpía como James Bond y, aunque no recuerde los detalles de la trama, no he olvidado mi impresión general. Era un estupendo James Bond que se distinguía de otros previos en: a) su gran capacidad atlética en el enfrentamiento con los malos, con grandes dosis de violencia desde y hacia 007, y b) la potente carga erótica que emanaba de su fenomenal físico y sus actitudes. De hecho, mi impresión fue que el realizador había decidido arrebatar el papel sensual de las “chicas Bond” para dárselo al propio Bond.

Pues bien, ese erotismo está ausente en Quantum of Solace. Craig no explota ese aspecto y las chicas tampoco. La guapísima Olga Kirilenko nos muestra su belleza pero su personaje nunca entra en un juego al que tampoco le invita el agente (inexplicable por su parte). La única interacción romántica entre ambos es un casto beso de despedida.

Sin sexo, nos queda la violencia. La película es un continuo de peleas espectaculares, persecuciones en vehículos diversos y explosiones inexplicables, por supuesto casi siempre trepidantes y muy bien rodadas, aunque en algún caso (la escena inicial, por ejemplo) algo confusas y embrolladas.

En conclusión, se puede ver, pero mejor repasar antes Casino Royale. Y si no la ves… pues tampoco te agobies.




No hay comentarios:

Publicar un comentario