domingo, 22 de febrero de 2009

The wrestler (el luchador)

La foto resume muy bien lo que es esta película: Mickey Rourke. Confieso que fuí al cine sin esperar mucho de este actor. Recuerdo poco más que las nueve semanas y media de su etapa anterior, y de la actual, sé que salía en Sin City pero no me dejó un recuerdo imborrable sino más bien todo lo contrario. Su cara multioperada no me parecía el mejor reclamo. Pero he de rectificar, una vez superada la impresión inicial de ese rostro con rasgos de Carmen de Mairena y la Duquesa de Alba, y quizás gracias a él, lo que nos queda es una soberbia actuación en una película en que el "resucitado" Mickey se lo come todo. A su lado solo Marisa Tomei y una chavala que interpreta a la hija del luchador tienen un papel significativo, y aún así mucho menor que el del actor principal. Vamos, que la película es Mickey Rourke y Mickey Rourke es la película.

La historia es escasa y no demasiado sorprendente pero eso no importa porque está perfectamente narrada e interpretada. Quizás lo más original sea su dureza, sin concesión alguna a la belleza. Los personajes son mediocres, su situación sin esperanza y los escenarios directamente feos. La luz que en algún momento parece asomar se rompe porque la realidad es lo que hay y muchas veces ni el cine puede alterarla.

En conclusión, una gran película de fracasados en la que el único personaje que consigue rehacer su vida parece que no está en la película sino que es un actor que trabaja en ella.


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